Satanás: Opositor al Reino de Dios

Satanás en la demonología.

Satanás o Satán es descrito como el opositor al Reino de Dios, en la religión del cristianismo y el islam es visto como un genio o ángel caído que se rebeló contra el Todo Poderoso y es el líder de todos los demonios, el rey del infierno. Específicamente en el cristianismo es el antagonista en las lecturas de Apocalipsis, ya que quiso tentar a Jesucristo cuando estaba en el desierto

Mientras que, en el judaísmo, su nombre es una utilizado como una metáfora de “inclinación al mal” o se describe como un agente subordinado a Dios y en las religiones abrahámicas es la entidad maligna que seduce a todos los humanos a caer en el pecado o deslealtad. Es conocido universalmente como una entidad maligna que posee numerosos poderes malévolos.

Índice

Representación física

Su descripción más popular es de un ángel caído de gran belleza, su tez es clara al igual que su cabello, tiene un torso musculoso y una cara angélica más unas amplias alas. Pero como es un demonio, tiene la capacidad de transformarse en un ser monstruoso y espantoso ante los ojos de los mortales.

Origen

La palabra Satanás es derivada de latín “Satāna” y del hebreo “ha-shatán” que tiene como significado enemigo, adversario o acusador. En el libro de los Números es utilizado “Shatan” para describir al oponente del Dios y en la vida jurídica israelita es utilizado con el significado de “acusador delante del tribunal”.

En el hebreo original de la Biblia, Satán aparece numerosas veces interpretado como el “acusador” o “adversario” la cual deriva de un verbo que significa “oponer” u “obstruir”, cuando se usa la palabra Ha-Satan se refiere específicamente el acusador celestial que vendría siendo Satanás.

Historia

La historia de Satanás comienza cuando era un ángel en el Cielo que ejercía como fiscal de Dios, su misión era acusar a los hombres que cometían pecados, pero al no estar de acuerdo con ciertos mandatos del Todo Poderoso, fue el primer ángel en desacatar sus órdenes causando una fuerte rebelión que produjo la expulsión de más de doscientos ángeles del Cielo al infierno o la Tierra.

Según el libro de Job

En el libro de Job, Satanás es mencionado. Se explica que Job es un hombre justo que contaba con el favorecimiento de Yahweh, este Dios pregunta donde se encuentra el Satanás y le responde “vaga por la Tierra” y Yahweh pregunta si se ha considerado al siervo Job, a lo que responde el demonio intentando instar al Dios a permitirle torturar a su siervo y a cambio éste abandonará su fe.

Yahweh accede y Satanás se dedica a destruir todos los rebaños de Job, pero el siervo continúa siendo fiel a su Dios. El Diablo pide otro permiso para volverlo a incitar al pecado y se le es concedido, pero Job no se doblega y es siempre fiel a su Dios, Satanás se aleja avergonzado por su derrota.

Libro de Zacarías

Un ángel le muestra a Zacarías la escena de Josué el Sumo Sacerdote, quien lleva puesto unas túnicas sucias, las cuales son la representación de la nación de Judá junto a todos sus pecados. En el juicio está Yahweh como juez y Satanás como fiscal, el juez condena al Diablo y ordena que Josué reciba unas prendas limpias, lo que representaría el perdón de Dios a los pecados.

Judaísmo

Para los judíos, la palabra Satanás es usada para hacer referencia a las influencias malignas, pero no existe un ángel caído o rebelde a la causa de Dios. Es mencionado una que otra vez en la literatura tannaítica y en la aggadah babilónica es narrado como un sonido que intenta recordarle a los judíos la importancia de la teshuvá, su intención es confundir a Satanás y evitar que los mortales pequen. En la Cábala es presentado como uno de los agentes de Dios que tiene como misión tentar a los humanos para que sean acusados en la corte celestial.

Las sectas modernas de esta religión tienen sus interpretaciones propias de Satanás, el judaísmo conservador lo considera un agente de Dios, el judaísmo ortodoxo cree en la interpretación talmúdica y es involucrado activamente en su vida religiosa.

Segundo período del templo

Cuando los judíos estaban viviendo en el Imperio aqueménida, fueron influenciados por la religión de esta nación: el zoroastrismo, su concepción sobre Satanás fue afectada por Angra Mainyu el Dios que representa el mal y la oscuridad. En el Septuaginta se usa la palabra hebrea Ha-Satanas al igual que el Zacarías y Job que se traduce como calumniador.

La idea de un Satanás que es el oponente de Dios y es la representación de todo lo malvado fue arraigada en la pseudepigrapha judía. En el Segundo Libro de Enoch, se habla sobre un Satanael y es descrito como el príncipe de los Grigori.

En el libro de la Sabiduría se cree que fue el Diablo que trajo consigo a la muerte en el mundo, pero la persona que fue reconocida como culpable fue Caín. El nombre de Samael era utilizado para referirte a uno de los ángeles caídos, pero luego se le otorgó como nombre común para Satanás en el Midrash judío y la Cábala.

Cristianismo

El sinónimo más conocido de Satanás es el Diablo, que proviene del inglés antiguo “Dēofol” y al mismo tiempo es un préstamo del germánico temprano “Diábolo”, que a su vez es prestado del griego Diabolos que significa calumniador. Los evangelios sinópticos creen que Satanás y Belcebú son el mismo, en el Nuevo Testamento su nombre significa “Señor de las moscas”, que es reconstruido de la palabra “Baal Zabul” la cual tiene como significado “Baal el Príncipe”.

El nombre de Abaddon (Lugar de destrucción) es usando en el Antiguo Testamento como un nombre dado a las regiones de Seol y en el Apocalipsis su nombre en griego es Apollyon que significa “El Destructor” se hace referencia al ángel que gobierna en el abismo. En la modernidad es un sinónimo o comparación de Satanás.

Nuevo Testamento

Los creyentes del cristianismo y los evangélicos utilizan este término para referirse al enemigo de Cristo o el anticristo. En el Nuevo Testamento la palabra diábolo es proveniente del verbo “dia-bállō”, el cual tiene un significado similar a Satán ya que significa “adversario” o “acusador”. En estas escrituras, Satán es descrito como un ser maligno, el inspirador al pecado y una serpiente malvada tentadora.

Era Patrística

Satanás no es nombrado en el Libro del Génesis, sin embargo, los cristianos interpretan a la serpiente en el Jardín del Edén como la representación de Satanás porque es llamado “serpiente antigua”, pero se cree que la intención original en este versículo era identificar al Diablo con Leviatán, la terrible serpiente marina.

Para la mayoría de los cristianos, Satanás fue un ángel caído que se rebeló en contra de Dios, logró ganar más poder sobre los mortales debido al pecado de Adán y Eva, al igual que con la muerte de Cristo en la cruz, pero se dice que el Diablo fue engañado por Dios porque Cristo estaba libre de pecado y no tenía la capacidad de esclavizarlo.

Los primeros cristianos creían que tanto Satanás como sus demonios poseían el poder de poseer a los seres humanos, entonces se practicaban los exorcismos, que eran identificados como una muestra del gran poder de Dios que tiene sobre el Diablo.

Edad Media

En la teología cristiana medieval, Satanás era visto como un personaje patético más no como un ser aterrador. En numerosas obras y escritos se burlaban de él al describirlo como una entidad poco inteligente que era constantemente engañado por los santos, por ejemplo, Henry Ansgar Kelly explicaba que el Diablo era lo opuesto a lo temible.

Período moderno temprano

En este período el demonio logró conseguir más poder entre los cristianos y el temor a Satanás se convirtió en una tendencia que aterraba a las personas en toda Europa. A finales del siglo XV hubo una rebelión muy grande por parte de las personas que practicaban brujería en Francia y Alemania que luego se extendió a Suiza e Inglaterra. Los católicos protestaron para que la brujería se volviera una práctica ilegal. Como el pánico crecía, se llegó a ejecutar más de 60.000 personas.

Se creía que la presencia de Satanás era palpable, también que las mujeres eran seducidas por demonios para que tuvieran hijos monstruosos. Los puritanos tenían la creencia que los nativos americanos adoraban esta entidad y por ello fueron denominados como los hijos del Diablo, hasta algunas personas afirmaban verlo presentarse en carne y hueso.

Durante el siglo XVII, los escépticos en Europa se encargaron de disminuir el poder que tenía Satanás sobre la población al argumentar firmemente que la creencia en el infierno y el Diablo formaban parte de las propagandas de la Iglesia Católica que tenían la intención de mantener esclavizada a la humanidad, para el siglo XVIII habían terminado los juicios por brujería.

Era moderna

En la era moderna la creencia en Satanás y la posesión demoníaca es fuerte en los cristianos que residen en Estados Unidos y Latinoamérica, según una encuesta realizada a ambas poblaciones, se concluyó que más del 60% creen en este demonio. En el siglo XX la propia Iglesia Católica fueron quienes le disminuyó la importancia del Diablo y las prácticas del exorcismo.

Islam

La palabra que se utiliza en árabe para nombrar a Satanás es Shaytān, este adjetivo significa “distante” o “descarriado” y en ciertas ocasiones es traducido como “demonio”. En el libro sagrado del islam, el Corán, el nombre que se le da al Diablo es Iblís, posiblemente una palabra derivada del griego Diabolo. Los creyentes en esta religión consideran a Satanás como un tentador, el cual se aprovecha de cualquier inclinación humana hacia el egocentrismo.

Corán

En el Corán se explica que Dios les ordenó a todos los ángeles arrodillarse ante su creación, Adán. Pero Iblís fue el único que se negó ya que se creía superior por haber sido creado del fuego y Adán fue creado con arcilla, lo que produjo que el Todo Poderoso lo desterrada del Paraíso y fue enviado al Yahannam. Debido a esto, Iblís se dedicó a tentar a los seres humanos para desviarlos del camino de Dios.

Dios lo permitía porque sabía que aquellos que fueran justos se resistirían a la tentación y en el Día del Juicio Final, todos los que siguieron sus causas serían enviados a quemarse en el fuego del Yahannam. Después de hacer sido expulsado del paraíso, Iblís adoptó el nombre de Al-Shaitan que significa demonio, pues fue quien influenció a Adán y Eva a comer la fruta prohibida.

Satanás o Iblís se caracteriza por ser arrogante y por tener el poder de susurrarle al mortal sugerencias malignas para tentarlos a pecar. Solo los que obedecen las leyes otorgadas por Dios pueden ser inmunes a las tentaciones de este demonio. Esta entidad intenta evitar que los musulmanes lean el Corán y por ello deben leerlo, pues es como un antídoto a sus tentaciones.

Tradición islámica

En la tradición islámica hay un conflicto entre si Iblís es un ángel o un genio, porque en ciertos versos se describe como un ángel creado del fuego y en otros como el líder de un grupo malévolo de genios. Pero ciertos estudiosos confirmar que las palabras ángeles y genios son sinónimos, por lo cual, se puede utilizar para describir al Satanás.

Satanás y Lucifer

En la religión católica, ciertos creyentes consideran que Satanás es un sinónimo de Lucifer. El término de esta palabra tiene por significado “estrella de la mañana” o “portador de luz”, la teología cristiana lo utiliza para describir la caída del diablo por producir la rebelión celestial original.

Satanás según los exorcistas

Ciertos exorcistas de la Iglesia católica, creen que Lucifer y Satanás son diferentes demonios. Lucifer es descrito como un ángel más alto y la mayor obra de Dios, pero quedó en segundo lugar, siendo el primer Satanás. El Diablo es el ser más malvado entre los demonios, su nivel de perversidad supera al de Lucifer.

Satanás según el ocultismo

El fundador de la antroposofía llamado Rudolf Steiner, menciona en sus escritos que el demonio Ahriman, sinónimo de Satanás, tiene el potencial de incitar al mortal a caer en las tentaciones materialistas y Lucifer en encarga de incitar al humano a los falsos misticismos y las exaltaciones.

Satanás según el satanismo

Según el satanismo, Satanás es una fuerza positiva, es adorado por sus creyentes como los católicos lo hacen con Dios. También es considerado un arquetipo lleno de características virtuosas y buenas que las puede ofrecer a los seres humanos.

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Carlos Ruiz

Con un doctorado en Antropología de la Universidad Complutense de Madrid. Mi área de especialización es el estudio de mitos y creencias de culturas antiguas. He participado en proyectos de investigación en varios países, analizando cómo las mitologías se entrelazan con la identidad cultural y social. Como redactor, busco ofrecer una perspectiva única sobre las historias y leyendas que han dado forma a nuestras civilizaciones, uniendo pasado y presente en mis análisis.

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