Francisco de Asís nació bajo el nombre de Giovanni di Pietro Bernardone en el año 1181 o
1182 en la ciudad de Asís Italia, fue hijo de comerciantes de clase media alta de nombres
Pietro di Bernardone dei Moricon y Pica de Bourlemont, a pesar de que vivió rodeado de
comodidad fue su decisión hacer una una vida austera y de pobreza debido a su gran amor y dedicación por el evangelio eso le otorgó a San Francisco de Asís ser canonizado Santo y
venerado como una de las grandes figuras de espiritualidad.
¿Quién es San Francisco de Asís?
Francisco de Asís fue un religioso y místico Italiano, umbro, diácono reconocido y venerado por
la iglesia católica, anglicana y luterana destacado por su gran influencia en lo espiritual en la historia de la cristiandad, fue fundador de la orden franciscana y nombrado como “El padre
Francisco”, además de fundar otras órdenes religiosas como la orden de las Hermanas clarisas
y la orden seglar, desde joven sintió una verdadera fe y devoción hacia Cristo tanto que a pesar de pertenecer a una buena posición social San Francisco de Asís decidió vivir bajo la más estricta pobreza y obediencia total, caracterizado por ser compasivo y misericordioso.
Historia de San Francisco de Asís
Francisco de Asís nació y creció en el seno de una familia acomodada que por el trabajo de sus padres de comerciantes (en el negocio de la tela) viajaban constantemente a Francia como parte de la burguesía de Asís, con su padre desde pequeño Francisco lo acompañaba cada vez que podía y recorrían las ferias locales y estas actividades le gustaban mucho, su padre creía que se debía a su gusto por Francia, su lengua francesa y los cantos de los Troradores, así que lo apodaron Francesco. Tenía un hermano llamado Ángelo y junto a él fue educado según la educación regular de la época y ahí aprendió latín, de joven fue despreocupado, pero aún así se encargaba de ayudar al prójimo y daba limosnas a los más necesitados.
Más tarde siendo adulto joven se vio envuelto en una serie de conflictos e intervino en la
guerra para reclamar su autonomía del sacro imperio romano germánico que finalizó con éxito en el año 1197, luego inicio otra en el año 1201 contra Perugia en esta ocasión fue apoyado
por los nobles desterrados de Asís, sin embargo a finales de ese mismo año Francisco fue
capturado y privado de su libertad por al menos 1 año.
Durante su encarcelamiento paso mucho tiempo en soledad valorando su propia vida y la
forma en que la llevaba, al salir de prisión estuvo enfermo y mientras se recuperaba en su
hogar sintió por primera vez decepción en su modo de vivir y comenzó su transición al mundo
espiritual.
Vivió una vida austera y en total pobreza en un acto de amor y fe hacia Cristo, obedeciendo las
leyes del evangelio y predicando la palabra de Dios siendo reconocido como “Il poverello
d’Assisi” que significa el pobrecillo de Asís, viajó a otros países en un intento por lograr la
conversión de los musulmanes al cristianismo en Egipto pero fracasó, se dedicaba a predicar la palabra para servir como ejemplo a sus seguidores su innegable fe no lo desanimó jamás,
además Francisco de Asís fue el primer caso de estigmas visibles y externas en la historia.
San Francisco de Asís ingresó a un pequeño templo de San Damián que estaba medio
abandonado y en ruinas fue allí que tuvo su primera visión celestial, se dice que oyó una voz
que le pedía que reparara la iglesia, el joven no lo pensó dos veces y fue a casa de sus padres para buscar algunas telas para venderlas y llevar el dinero que obtuvo a San Damián para que
así restaurara el sagrado templo, lo que fue un acto de amor hacia Dios por parte de San
Francisco para su padre fue un total perjuicio en contra de su patrimonio que tanto esfuerzo le
había costado por lo que furioso llevo a su hijo ante el obispo de Asís y le dijo que renunciara
totalmente a toda herencia de su parte, la respuesta del joven Francisco fue despojarse de su
ropa ante su padre mostrándole que prefería el amor de Dios que cualquier herencia o bien
terrenal.
A la edad de 25 años San Francisco de Asís viajó a Gubbio dónde trabajo en un hospital de
leprosos estuvo un tiempo y luego regresó a su ciudad natal dedicándose a restaurar con sus
propios medios ya que no poseía bienes materiales, pasó años de soledad orando y solo salía
de su lugar para compartir su mesa con los pobres.
Más tarde predicando la palabra del evangelio, la pobreza y una vida sencilla solicitó contar
con la aprobación pontificia debido a los grupos que propugnaban una vuelta al cristianismo
primitivo, así que fueron declarados heréticos, Francisco y el grupo que formando once compañeros fueron autorizados por el Papa Inocencio III mediante un comunicado oral como
modelo de vida religiosa permitiéndoles predicar y también ordenó a San Francisco diácono.
Francisco de Asís logró fundar tres órdenes religiosas la primera llamada los Franciscanos, la
segunda fue una orden femenina llamada las Clarisas y la última fue una orden fundada con la finalidad de recibir a quienes no podían abandonar sus labores familiares.
La orden franciscana se extendió por varios países de Europa lo que dio pie para formar la orden de los Hermanos menores. El religioso Francisco de Asís antes de su retiro fue solicitado por el Papa Honorio III redactar la regla franciscana cuyo escrito tuvo dos versiones una en el año 1221 y la otra en 1223 y aprobadas ese mismo año por el Papa, esta regla fue encargada a varios miembros de la orden para que Francisco se dedicara a su vida contemplativa.
En el transcurso de su retiro se dice que tras un largo periodo de ayuno y oración en el año
1224 recibió los estigmas visibles el cual poseía heridas como las de cristo en su cuerpo, sus
últimos años fueron de dolor y padecimientos rodeado por sus fieles seguidores quienes lo
consideraban un ser de gran espiritualidad y de misericordia.
Milagros atribuidos a San Francisco de Asís
Francisco de Asís tiene números milagros tanto en vida como después de su muerte y posterior canonización siendo estos los más relevantes y que lo hicieron ser reconocido como un Santo:
Curó a un hombre que padecía lepra
Una vez en la que San Francisco de Asís trabajo en un centro de enfermos de lepra, un día lavo
las heridas de un hombre con este padecimiento, sin embargo este enfermo vivía atormentado por un demonio que no lo dejaba estar tranquilo, entonces San Francisco rezo sobre el hombre mientras le lavaba las heridas y ocurrió el milagro el hombre sanó por completo y además se arrepintió de todos sus pecados al ver que no solo se curó de la lepra sino que también fue liberada su alma de los demonios.
Apaciguó a un lobo feroz
Cuenta la leyenda que en un pueblo cerca de donde vivía San Francisco de Asís la gente estaba atemorizada constantemente porque un lobo feroz aparecía matando a los animales y
asustando a las personas, al escuchar esta situación que se presentaba Francisco no dudó en acercarse y enfrentar al lobo feroz, cuando llegó el lobo apareció frente a un grupo de personas y San Francisco habló con el feroz animal, pero el lobo tenía otras intenciones y se posicionó para atacarlo, sin embargo San Francisco rezó e hizo la señal de la Santa Cruz y le ordenó en nombre de Jesucristo que no le hiciera daño ni a él ni a nadie más, el lobo comenzó a calmarse y se acercó poco a poco al Santo entonces aprovecho para hacer un pacto le ofrecía que a cambio de no matar más animales ni lastimar a las personas del pueblo ellos lo alimentaria cada día y en respuesta de eso el lobo le dio la mano a San Francisco aceptando el pacto, todos en el pueblo quedaron sorprendidos ante aquel milagro.
Predicando a las aves
San Francisco de Asís se representaba como un religioso que respetaba la vida en general
tanto que amaba a las aves como criaturas de dios iguales a los seres humanos, Francisco
desde joven rezaba y predicaba la palabra del evangelio a esas nobles criaturas, las aves
escuchaban todo el sermón y muchas personas eran testigo de que no se iban hasta que les
daba la bendición dejando sorprendidos a los presentes.
Los ladrones conmovidos por la orden franciscana
Se dice que un día tres ladrones entraron a la orden de San Francisco a robar comida y
bebidas, Francisco solo comenzó a rezar por ellos y envió a uno de sus monjes para que se
disculparan con ellos, toda esa situación conmovió a los ladrones que decidieron transformar
su vida uniéndose a la orden franciscana en dónde pasaron el resto de su vida en pleno
servicio al prójimo.
Hizo que un hombre paralítico caminara
Un hombre paralítico llamado Pietro que siempre escuchaba los milagros de San Francisco de
Asís, un día le hizo llegar una petición al obispo local Diocesano para que San Francisco lo visitara en la ciudad de Nardi, cuando se le planteó al destacado Santo el aceptó visitarlo y en cuanto llegó a su casa con solo hacerle la señal de la Santa Cruz el hombre se levantó y camino totalmente curado.
Le dio nuevos ojos a un hombre
Un día en la ciudad de Asís un hombre fue acusado de hurtar por lo que le dieron un castigo
arrancándole los ojos al pobre hombre quien desesperado lloraba y gritaba que era inocente,
clamó en ese instante a Dios para que por medio de San Francisco de Asís lo ayudara y unos cuantos días después el hombre fue bendecido con un par de ojos que le salieron y aunque eran más pequeños que los que tenía podía ver como antes.
Beato/Santo San Francisco de Asís
Francisco de Asís fue canonizado Santo el 16 de julio del año 1228 en su ciudad natal por el
Papa Gregorio IX, su fecha festiva es conmemorado el día 4 de octubre y esta representado
estigmatizado (con las heridas de Cristo cuando fue crucificado).
Oraciones a San Francisco de Asís
Oración por la paz
Señor, haz de mí un instrumento de tu paz. Que allá donde hay odio, yo ponga el amor. Que allá donde hay ofensa, yo ponga el perdón. Que allá donde hay discordia, yo ponga la unión. Que allá donde hay error, yo ponga la verdad.Que allá donde hay duda, yo ponga la Fe. Que allá donde desesperación, yo ponga la esperanza. Que allá donde hay tinieblas, yo ponga la luz. Que allá donde hay tristeza, yo ponga la alegría.
Maestro, que yo no busque tanto ser consolado, cuanto consolar, ser comprendido, cuanto comprender, ser amado, cuanto amar. Porque es dándose como se recibe, es olvidándose de sí mismo como uno se encuentra a sí mismo, es perdonando, como se es perdonado, es muriendo como se resucita a la vida eterna.
Amén.
Oración para pedir un milagro
San Francisco de Asís, padre bueno, padre santo, tú que eres en los cielos muy querido por Dios y en la tierra admirado y venerado por nosotros, dirige desde las alturas tu mirada compasiva y tiéndenos tus caritativas y amables manos; guía nuestros pasos por el camino de la paz, haz que nunca falte el pan en nuestras mesas, ni amor, cariño y alegría en los hogares; haz que sepamos ser generosos con nuestros hermanos y amables y respetuosos con cada criatura de Dios.
San Francisco, hermano, amigo, el santo más amante del sagrado Corazón de Jesús y favorecido con la señal de sus sagradas llagas en tu cuerpo, queremos invocar tu protección sobre nosotros, y pedirte que ruegues a Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, para que alivie nuestras penas y nos envíe sus bendiciones. Pide también a la Inmaculada Virgen María, de la que fuiste devoto fiel y entregado y proclamaste Patrona de todas tus obras, nos cuide y ampare con sus bondades y sea la que nos acreciente el amor a Dios y a los hombres.
San Francisco, imagen viva de Jesús, ora por nosotros; san Francisco, alma humilde, hombre alegre y paciente, amante de Dios y de todas las criaturas de la tierra, ruega sin cesar por nosotros que te necesitamos; san Francisco, patriarca de los pobres, no nos abandones; san Francisco, milagroso en el amor, aleja nuestros pesares; san Francisco, poderoso ante el Señor y la Virgen, ayúdanos.
Yo (di tu nombre) hoy, con mi esperanza puesta en ti y con el corazón lleno de confianza, quiero pedir tu ayuda en mis dificultades, tu consuelo en mi dolor y tu esfuerzo en mi desaliento. Tú, bendito santo que anduviste por caminos de humildad, tú que te entregaste a Dios tan generosamente, tú que creíste firmemente y obraste con perfecta sinceridad, intercede por mí para que todo me resulte más fácil.
Pon a mi alcance los medios que preciso para que pueda salir victorioso en este mal trance, que llegue a mí la sabiduría y la fuerza para que tome las decisiones correctas; en estos momentos preciso ser asistido con urgencia. Te ruego con todo mi ser no me dejes solo, pide por mis difíciles problemas y sufrimientos a Dios, consigue de Él este especial favor que solicito: (hacer ahora con gran fe la petición).
Dile que con su generosidad tenga a bien concedérmelo, pues Él puede mover montañas y puede hacer llegar los bienes y los favores por los caminos menos esperados, pues Él todo lo puede, Él todo lo alcanza.
Llena mi vida de tranquilidad y felicidad, mándame algo de tu caridad y bondad, haz que sepa ser mejor persona y no olvide tender una mano a quienes lo necesiten, que tu ejemplo sea quien guíe mis pasos y el amor que sentiste hacia Dios Padre, hijo y Espíritu santo sea el que me acompañe en mis caminos. Por Jesucristo, nuestro hermano y Señor. Así sea.
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