Para los religiosos, sobre todo los cristianos y católicos, la confesión es un acto que deben realizar cada cierto tiempo, como una forma de pedir perdón por los pecados que se han cometido, y recibir el perdón.
Sin embargo, más personas de las que se creen van a confesarse sin siquiera saber qué es exactamente una confesión y para qué sirve dentro del ámbito religioso, siendo importante no solo conocer tales aspectos, sino también otros relacionados que facilitan realizar correctamente una confesión.
¿Qué es una confesión?
La confesión en términos religiosos se designa el acto de contarle a Dios o a otra persona algo que has hecho mal, siendo una tradición consagrada y una parte importante de ser cristiano o católico.
En ella se hace exactamente lo que indica su nombre, es decir, hablar sobre los pecados que se han cometido, y brindando información de por qué se cometieron, y por qué se pide perdón por ellos.
¿Por qué debes confesarte?
Debes confesarte si crees que has hecho algo malo y quieres que Dios te perdone. También es buena idea si te has sentido culpable de algo y quieres librarte de esa culpa.
Pero no se trata solo de que te perdonen tus pecados, sino también de asumir la responsabilidad de lo que has hecho para aprender de tus errores y ser mejor persona.
Confesar los pecados es un paso importante para acercarse a Dios, para tener una relación con él que sea fuerte y sana, y llevar una vida mucho mejor con ello.
¿Cómo hacer una confesión?
Los católicos que se confiesan con regularidad tienen más probabilidades de ser fieles y de vivir su vida de acuerdo con las enseñanzas de la iglesia. También tienen una sensación de paz y alegría que proviene de saberse perdonados.
Este sacramento ayuda a los católicos a limpiar sus almas de pecado para que puedan continuar su camino hacia el cielo. Les ayuda a permanecer conectados con Dios, que es lo que los religiosos deben buscar por encima de todo.
No obstante, para lograr estos aspectos que muchos tienen como objetivos, es vital realizar una confesión correctamente, y para ello tienes los siguientes consejos:
- Examen de conciencia. Ser conscientes de lo que se ha hecho y el por qué está mal ante los ojos de Dios, es una parte inicial de la confesión. Es clave ser honestos consigo mismos y reflexionar acerca del pecado o las faltas cometidas para saber sobre que pedir ayuda al momento de hacer la confesión.
- Rechazo del pecado. Si en ese examen de consciencia eres honesto y sabes que volverás a realizar esa falta o cometer ese pecado, hay algo que no se está haciendo bien. Es importante arrepentirse para rechazar el pecado o la falta, idealmente para no volver a cometerla.
- Confiesa con las 4 C. se dice que las buenas confesiones son claras, concretas, concisas y completas, es decir, que se debe especificar el pecado, sin divagar tanto, sino asumiendo y siendo concreto, sin excusarse sino siendo directo, y claro, sin omitir detalles del pecado en sí mismo.
- Cumplir la penitencia. Las penitencias son una manera de demostrarle a Dios sobre el deseo de ser perdonados, por lo que de poco vale confesarse si no se cumplen las penitencias. Sean cuales sean las penitencias, se debe aceptar la responsabilidad de cumplir con ellas para la gratificación de Dios.
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