Damballa: Símbolo del principio masculino

Damballa o Damballah Wédo, es la representación del principio masculino de la naturaleza en la religión vudú, forma parte de la familia de Ghede, se dice que se encuentra en el primer lugar del altar haitiano junto a su esposa Ayida Wedo y se describe como un ser lleno de orgullo y agresividad.

Representación física

Esta entidad tiene una apariencia igual a una serpiente o tiene cabeza y torno de hombre el cual termina en una cola de serpiente. A veces suele estar acompañado de otra serpiente que es su esposa Ayida Wedo, pero ella representa al arcoíris.

Origen

Esta deidad primitiva tiene su origen en los inicios del vudú en África, hace aproximadamente diez mil años atrás durante la llegada de las colonias españolas. El idioma que utiliza para comunicarse es diferente a las lenguas humanas, en esta religión el día sagrado que se le día para honrarlo es el jueves. El nombre deriva de la palabra “nzambi” que tiene como significado Dios, se usa para hacer referencia a Damballa.

Historia

Según el vudú, es quien creó la vida, por lo tanto, es el padre del cielo y posee un gran poder sobre la mente. Aquellos a quienes se le presenta lo suele hacer en forma de serpiente, su movimiento se caracteriza por ser lento, con gracia y dignidad, pero puede tener reacciones rápidas en donde se mueva con más velocidad si es necesario.

Con la intervención del cristianismo hace más de treinta años, su adoración y rituales se calificaron como actos que van en contra de Dios, por esta razón las personas se sintieron obligadas a hacer sus prácticas bajo perfil porque si vida corría riesgo. El demonio fue sincretizado con San Patricio porque fue el individuo que venció a las serpientes.

Otras versiones cuentan que Damballa es el único ser que tiene poder sobre las serpientes y puede dominarlas a la perfección, también controla a los seres humanos a través de la inteligencia y la mente, además dispone de la capacidad de causar daños a nivel natural.

Rito de invocación

Para dar inicio a la ceremonia, es invoca al demonio Damballa en el plano terrenal por personas que estén en frente de un altar dedicado para él, deben realizar ciertos bailes y cantos que están acompañados de toques al tambor de forma desesperadas. El espacio donde se hacen estas prácticas es amplio para que los individuos puedan hacer sus movimientos sin tropezar a los demás.

En este procedimiento se hacen las peticiones deseadas y mientras dure el ritual se sacrificar a un animal, frecuentemente gallinas o cabras. La práctica finaliza con el toque del tambor disminuyendo progresivamente al igual que los cantos.

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