Iblís: El Diablo en el islam

En la religión islam, Iblís es el nombre que se le da al Diablo, fue quien se negó a inclinarse ante Adán, la creación de Dios y decidió apartarse del mismo. También es conocido bajo el nombre de Shaitán, es una palabra aramea que tiene como significado “adversario”, en el Corán es mencionado 87 veces, sin embargo, como Iblís es nombrado 11 veces, en otras versiones es llamado Al- waswās que significa “El susurrador”.

Representación física

No hay una apariencia reconocida de manera oficial de Iblís, pero hay una representación física que se hizo popular en donde es descrito como un anciano de barba larga de color oscuro y está vestido con un velo.

Historia

Para la religión islam, Iblís es el mayor pecador, pero nunca deja de ser una criatura de Dios, es reconocido como un incrédulo por afirmar que el inclinarse ante Adán era inapropiado. Se cuenta que este ser intentará tomar el trono de Dios y a pesar de sus pecados siempre cuenta con el perdón del Todo Poderoso.

La desobediencia de Iblís es provocada por su gran desprecio hacia los seres humanos y al ser una criatura más, no se cree que es el origen o el creador del mal que existe en el mundo. En el islam, la función de Satanás que cumple es tentar a los más débiles y egocéntricos de la humanidad, con la intención de alejar del camino de Dios.

Según el Corán

El Corán es el libro sagrado del islam, en estos escritos, se habla sobre Iblís 11 veces de las cuales 9 están vinculadas con su rechazo hacía el mandado de Dios de inclinarse ante Adán. Como se mencionó anteriormente, el nombre “Shaitan” es usado con más frecuencia, a pesar de que las menciones de esta criatura están dispersas por todo el libre, la historia en conjunto se resume de la siguiente forma:

Cuando Dios creó al hombre: Adán, les mandó a todos sus ángeles inclinarse ante él y cada uno de ellos lo hizo, menos Iblís. Se justificó al decir que fue creado con el fuego, lo que lo hace superior a la humanidad y como Adán era hecho de barro cocido, no era su deber arrodillarse.

Fue castigado al ser desterrado del cielo y condenado a vivir por toda la eternidad en el infierno. Después, Iblís solicitó tener la capacidad de intentar engañar tanto a Adán como a sus descendientes, fue concedido por Dios, pero le advirtió que no iba a tener poder sobre sus siervos.

Según el sufismo

Los sufíes creían que Mahoma y Iblís eran los verdaderos monoteístas, según su religión, Iblís no quise inclinarse ante Adán porque solo podía ser devoto a Dios y se negó a arrodillarse ante otro, este ser prefirió ser desterrado al infierno; para ellos un buen ejemplo del amor no correspondido.

En otra popular versión se explica que Moisés se encontró con Iblís en las laderas del Sinaí, en donde destacó su nobleza, por ello Moisés decide preguntarle a Iblís por qué se rehusó a realizar el mandado de Dios, a lo que responde que esta orden fue en realidad una prueba, Moisés le dice que fue castigado al dejar de ser un ángel y convertirse en un demonio, Iblís responde que esta nueva forma es temporal y su amor hacia Dios continúo intacto.

Iblís como un ángel

Iblís fue un arcángel, líder y también maestro de otros ángeles, además era un guardián del cielo, era el más cercano al Trono de Dios y se consideraba como uno de los líderes que lucharon en contra los genios terrenales. Dios le dio autoridad máxima en los cielos inferiores y la Tierra, en el enfrentamiento envió a los genios al Monte Qaf, el borde del mundo y al saber sobre el gran nivel de corrupción de los habitantes de la tierra, decidió protestar a la orden de postrarse ante Adán.

Para Iblís, los ángeles que alababan constantemente a Dios eran superiores al humano que fue hecho con barro y otros defectos corporales, hasta se creía superior a otros ángeles por hacer sido creado con fuego. Dios lo desterró por su arrogancia, pero en respuesta, Iblís hizo una solicitud para demostrar que la carne es débil y por ello fue confiado como el tentador de la humanidad durante todo el tiempo que dure su castigo, de esta forma podía redimirse.

Debido a que actúa como un instrumento de Dios más no por libre albedrío, su residencia en el infierno podría ser temporal hasta la llegada del Juicio Final y después de terminar su misión puede regresar como uno de los ángeles más amados. La transformación de Iblís a demonio es una muestra de que Dios puede dar poderes y también quitarlos.

Como un genio

En otras versiones, Iblís es mencionado como un genio que vivió en la Tierra cuando ocurrió la batalla de los ángeles, cuando estos seres celestiales tomaron a los genios como prisioneros, Iblís fue llevado junto a ellos al cielo y su personalidad piadosa destacó entre las demás, por ellos los ángeles decidieron que se quedara y fue elevado de rango. Obtuvo la apariencia de un ángel, pero por ser en esencia un genio tenía opciones para elegir si quería o no arrodillarse ante Adán.

Al ser víctima de su libre albedrío, Iblís fue sentenciado al infierno por orden de Dios y gracias a su antiguo culto se le otorgó un último favor, el cual era vengarse al demostrar que puede engañar a los humanos hasta el Día del Juicio.

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