San Antonio de Padua

San Antonio de Padua: El doctor de la iglesia

Fernando de Bulhōes es el nombre de nacimiento de Antonio de Padua, se presume que nació
un 15 de agosto entre los años 1191 y 1195 en Lisboa, Reino de Portugal bajo el seno de una
familia de buena posición económica, sus padres se manifestaron en contra de los deseos de
su hijo de ser religioso, sin embargo San Antonio de Padua logró ser catalogado como Santo
siendo venerado por la iglesia católica y sus fieles seguidores destacando por sus virtudes
como la caridad y la humildad.

Índice

¿Quién es San Antonio de Padua?

Antonio de Padua fue un sacerdote, predicador de la palabra y teólogo que nació en una
ciudad de Portugal, perteneció a la orden franciscana siendo más tarde venerado como santo
por la iglesia católica. Antonio de Padua poseía numerosas virtudes que lo hacían especial y de fue uno de los primeros religiosos en ser canonizado, una de las virtudes que más destacaron en él era la humildad que lo caracterizaba siempre dispuesto a ayudar al prójimo, era un ser religioso, obediente, dedicado a la pobreza y a la caridad.

Como teólogo fue llamado el arca del testamento por el Papa Gregorio IX, ya que sus citas
bíblicas sobre los sermones dominicales y festivi contaban con un alto nivel de conocimiento
que logró ser titulado como el doctor de la iglesia por el catolicismo.

San Antonio de Padua

Historia de San Antonio de Padua

San Antonio de Padua nació y creció en la ciudad de Lisboa en Portugal, en la casa en donde
vivió sus primeros años se dice que fue destruida a causa del terremoto que sufrió en el año 1755 conservando solo un pequeño sótano sobre de la que años más tardes fue construida la
iglesia de San Antonio de Padua.

Paso sus años educativos en la escuela catedralicia local de su pueblo y luego decidió ingresar
en la abadía Agustina suburbana de San Vicente con los canónigos regulares de San Agustín,
que siendo miembro destacaba por su dedicación al estudio, aunque sus padres no estaban de acuerdo con esa decisión.

Como estudiante era muy dedicado a las escrituras clásicas latinos como los de Ovidio y
Seneca, también practicó las Sagradas escrituras y la teología siendo influenciado por doctores de la iglesia como Jerónimo de Estridón, Agustín de Hipona, Bernardo de Claraval y Gregorio Magno, allí pasó dos años hasta que solicitó el permiso para trasladarse al monasterio agustiniano de Santa Cruz en el año 1210 para continuar con su educación religiosa donde profundizó sus estudios sobre la biblia y la disciplina de la iglesia católica.

En el año 1220 un evento marco su vida tras escuchar sobre el asesinato de tres sacerdotes y
dos hermanos Legos en Marruecos, sus reliquias fueron entregadas al pueblo de Coímbra
donde vivía San Antonio de Padua, así tomo la firme decisión de cambiar de orden e ingresó a
la orden Franciscana. En ese monasterio adoptó el nombre de San Antonio.

En la orden Franciscana tuvo la oportunidad de escuchar en persona a San Francisco de Asís
durante el año 1221 y luego de algún tiempo él mismo se dedicó a predicar y fue enviado por
el Fray Graziano a una ermita en las montañas del pueblo Montepaolo en calidad de
sacerdote, para el año 1222 mostró su gran capacidad de predicador en Forli, siendo sus
charlas y sermones divulgadas hasta oídos de San Francisco que envío una carta a San Antonioofreciéndole enseñar teología a los frailes, así también cumplió con varios encargos para San

Francisco como la lucha contra la propagación de la heregía cátara en Francia, viajando
también por Italia, Bolonia y Padua.

Sus grandes virtudes, su capacidad, la forma de predicar y dar los sermones fue ganando la
admiración por los cardenales y el Papa Gregorio IX que fue nombrado “Arca del testamento”,
en sus últimos sermones y predicación en especial la cuaresmal del año 1231 fue reconocido
como uno de los más notables de toda su vida que impartió con un gran éxito popular entre
sus seguidores.

Luego de su fallecimiento el 30 de mayo del año 1232 sus restos se conservaron en un
sarcófago que permanecía en una basílica que la ciudad de Padua le dedicó, 30 años más tarde fue destapado encontrándose el cuerpo del Santo corrupto excepto su lengua inmediatamente muchas personas se sumaron en devoción y admiración ante tal suceso.

Milagros atribuidos a San Antonio de Padua

A lo largo de su existencia terrenal San Antonio de Padua realizó numerosos milagros así como
también en su trascendencia como Santo, continuando con los casos milagrosos que se siguen atribuyendo al venerado santo, entre los que más destacan son:

La presencia del niño Jesús

A la edad de 35 años San Antonio de Padua ofrecía su última Cuaresma en la ciudad de Padua
en la época del año 1231. Luego San Antonio se trasladó a Verona y de ahí al castillo de Camposampiero del conde Tisso, donde moraba una comunidad de religiosos franciscanos, en el bosque cercano al lugar hizo construir una cabaña donde pasaba la mayor parte del tiempo rezando y meditando.

El conde Tisso siempre visitaba y espiaba a San Antonio pero un día quedó sorprendido de que
de su puerta entreabierta se transmitía una luz radiante por lo que pensó que algo se estaba
incendiando, pero al llegar al borde de la entrada quedó aún más atónito cuando se percató de que San Antonio sostenía entre sus brazos a un niño hermoso y resplandeciente que a su
alrededor poseía un aura divina era el niño Jesús, Padua le pidió que no dijera nada de lo que
había visto hasta el día después de su muerte.

Sin embargo después de ese suceso su salud San Antonio comenzó a deteriorarse hasta que
supo que le quedaban pocos días de vida, solicitó que lo llevarán de vuelta a Padua aunque
solo llegó hasta las Clarisas Pobres de Arcella, en una habitación recibió los últimos
sacramentos y entonó un canto a la Santísima Virgen, sonriendo logró pronunciar: “Veo venir a
Nuestro Señor” y luego falleció, de inmediato se escuchó en coro en la calle de las personas
que gritaban “ha muerte un Santo”.

Este santo fue el segundo en ser canonizado después de San Pedro Mártir de Verona, cumplió
con diversos milagros antes de su muerte y después de esta continúo concediendo numeroso
milagros.

Reinjertó un pie amputado

Se cuenta de este hecho que un día un joven conocido como Leonardo en total estado de irá
discutía con su madre cuando le propinó una fuerte patada, el muchacho totalmente
arrepentido por haber cometido tal hecho fue a ver a San Antonio de Padua y le confeso su
pecado, pero el le respondió con ironía : “El pie de aquel que patea a su propia madre, merece
ser cortado.”

Él tomó ese comentario como lo que debía hacer y debido al remordimiento que
sentía fue a su casa de nuevo y cortó su pie, el Santo que se enteró de lo que el joven hizo fue a buscarlo y haciendo la señal de la santa cruz le reinjertó el pie, el joven totalmente
sorprendido con lágrimas en los ojos agradeció al santo y comenzó a alabar a Dios.

Devolvió la vida a un bebé que su madre encontró ahogado

Está es la historia de un bebé de poco más de un año y medio llamado Tomasito, que un día su
madre salió de la casa dejándolo solo mientras jugaba, cuando regresó encontró al pequeño
sin vida dentro de un recipiente de agua.

Desesperada la madre tomo el cuerpo sin vida del bebé y comenzó a rezar en oración para pedirle un milagro a San Antonio de Padua y le ofreció que si le concedía el milagro de regresar la vida al niño ella iba a dar pan a los pobres tanto cuanto peso tenía tomasito y entonces ocurrió el milagro, se dice que de este suceso se originó la tradición del “pondus pueri”, que consiste en hacer una oración con la cual los padres a cambio de protección para los propios hijos prometían a San Antonio tanto pan por cuanto era el peso de los hijos.

Debatió contra un hereje

Un día San Antonio de Padua se encontraba en un debate contra un hereje quienes discutían
acerca de la presencia de Jesús en la Eucaristía, entonces el hereje reto a San Antonio para que demostrara con hechos un milagro real de Cristo en la hostia consagrada, prometiendo que si lo conseguía él se convertiría de inmediato a la fe verdadera.

Entonces le propuso el siguiente reto que consistía en que el hereje encerraría a su mula
durante varios días sin darle nada de comer, ni beber y luego la presentaría en la plaza para
exponerlo delante del pueblo y poniéndole delante el forraje, al mismo tiempo Antonio
debería colocar la hostia ante la mula: si el animal se inclinaba ante la hostia, ignorando la
comida, significaría que el santo tenía la razón.

Entonces ocurrió el milagro ante los curiosos ojos de todos los presentes y el hereje, la mula en
cuanto estuvo frente a la hostia en la mano de San Antonio él pronunció estas palabras “En
virtud y en nombre del Creador, que yo a pesar de ser indigno, tengo verdaderamente entre
las manos, te digo, oh animal, y te ordeno acercarte enseguida y con humildad y ofrécele la
debida veneración”. Por lo que el animal se inclinó en señal de respeto y obediencia ante el
altísimo.

Beato/Santo San Antonio de Padua

San Antonio de Padua fue canonizado Santo el 30 de mayo del año 1232 por el Papa Gregorio
IX, fue el segundo religioso en ser nombrado santo rápidamente luego de 352 días después de
fallecer, y el 16 de enero del año 1946 fue catalogado doctor de la iglesia (doctor del evangelio) por el Papa Pío XII.

Su fecha festiva se celebra el 13 de junio y se representa con un libro una vera de azucenas
conocido como lirios de San Antonio, al lado del niño Jesús y con una custodia.

Oraciones a San Antonio de Padua

Oración para pedir por un milagro

Oh san Antonio, hombre lleno de clemencia, tu amor por Dios y todas sus criaturas te valió poderes milagrosos en esta tierra. Te lo imploro, intercede en mi favor.
Susurra mi ruego a la oreja del Niño Jesús, que tanto amaba acurrucarse entre tus brazos… (expresa tu petición).

Oh san Antonio, santo de los milagros, cuyo corazón está colmado de compasión humana, te lo ruego, concédeme mi plegaria y te estaré por siempre agradecido. Amén.

Oración para encontrar el amor y PARA FORTALECER UNA RELACIÓN DE PAREJA O MATRIMONIO

Tú que estás lleno de gloria, amor y de infinita bondad, te aclamo hoy a ti que eres bueno con todo aquel que necesita tu ayuda. Que eres piadoso con todo aquel que busca la felicidad de tener un amor ideal a su lado. Tú que estás lleno de amor te imploro que puedas concederme la dicha y la felicidad de poder concentrar el amor que me acompañará siempre. Te suplico encontrar a esa persona ideal, mi otra mitad, el complemento a mi vida, la pieza que me falta para armar mi mundo.

Tú que tienes una gran cantidad de virtudes, te pido que me ayudes, que me des ese milagro de amor. Te entrego mi corazón para alcanzar ese amor verdadero que tanto sueño. Hoy acudo a ti en mi desespero, pero lleno de amor, eres una persona pura, eres una persona buena y confío en ti para conseguir esta ayuda.

Tú eres piadoso, tú eres encantador, eres esa persona que siempre está buscando la felicidad de los demás, por eso te pido que me ayudes a encontrar esa alma gemela que espera por mí, que piensa en mí preguntándose también en que parte del mundo estaré. Solo pienso en el momento que podamos unir nuestras mentes, nuestro cuerpo, nuestro espíritu, nuestros corazones.

Sé que tú me escucharás y me ayudarás con mis plegarias y así mi alma encuentre la felicidad junto a mi amor eterno. Haz que el amor renazca en mí como flor en primavera y permíteme encontrar a ese ser en este mundo. Concédeme la alegría de compartir mi alama y dame dicha y prosperidad cuando eso suceda.

Tú que eres experto en los asuntos del amor. Tú que encaminas por buenas sendas nuestros sentimientos y amores. Tú que nos ayudas a cumplir nuestros deseos cambiando nuestras tristezas por felicidad, escucha esta humilde súplica que hago desde lo profundo de mi soledad. Haz desaparecer la soledad que estoy viviendo. Llena este vacío que hay en mi vida sentimental.

Deseo con todas mis fuerzas que llegue un amor bueno, un amor verdadero e incondicional. Deseo una persona que me completamente y formar así una pareja llena de amor. Haz querido San Antonio que el amor llegue a mi corazón. Quiero que aparezca mi alma gemela y que sea una persona respetuosa, generosa y abierta.

Que sea noble, justa y de buen corazón. Que sea un buen Ser humano lleno de dulzura, dispuesta a dar y recibir amor. Poderoso San Antonio, no permitas que mis súplicas queden sin respuesta. Yo tengo mucho amor para dar y sé que puedo hacer feliz a la persona que me entregue su amor, por eso te ruego que me concedas tu ayuda.

Hoy abro mi corazón al amor y por eso te imploro que se quede conmigo una buena temporada. San Antonio este favor jamás será olvidado. Siempre tendré presente en mi alma tu misericordia. Amén”.

Una vez que se encuentra el amor, debe nutrirse y cuidarse, para que crezca y florezca. De hecho, a lo largo de la vida en pareja, habrán pruebas y desafíos que deben enfrentar juntos.
No podemos hacerlo solos, y necesitamos la ayuda del Señor para fortalecernos, guiarnos yprotegernos. San Antonio, el cual pasó mucho tiempo confesando y escuchando, puede no solo escuchar todas nuestras peticiones y dificultades, sino también ponerlas a los pies de Jesús.

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Carlos Ruiz

Con un doctorado en Antropología de la Universidad Complutense de Madrid. Mi área de especialización es el estudio de mitos y creencias de culturas antiguas. He participado en proyectos de investigación en varios países, analizando cómo las mitologías se entrelazan con la identidad cultural y social. Como redactor, busco ofrecer una perspectiva única sobre las historias y leyendas que han dado forma a nuestras civilizaciones, uniendo pasado y presente en mis análisis.

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